2 dic 2012

LITTLE TRIBUTE


La melancolía es una forma de vida o mejor dicho de ver la vida. Es un matiz de color grisáceo que determina sustancialmente y para siempre el carácter y personalidad de un individuo. La fusión entre realidad e imaginación se lo debo especialmente a circunstancias vividas en el seno familiar como así también a mi asiduidad permanente los días domingos al cine “Coliseo” de Comodoro Rivadavia, donde proyectaban dos películas, una nacional y otra extranjera.  Allí, vi todo el neorrealismo italiano, el expresionismo alemán, el realismo mexicano, la nueva forma del cine francés, y lo esencial y siempre único del cine norteamericano, como así también lo excelente del cine nacional y su esplendor de pasadas épocas.
La noticia inesperada acerca de la muerte de Elizabeth Taylor, una de las últimas divas del cine norteamericano, me llevó melancólicamente a ese tiempo de infancia y primeros años de adolescente transcurridos en mi lejana ciudad natal, como también a la sala cinematográfica del “Coliseo” desde donde pude apreciar las innumerables películas de esta mujer con los únicos ojos violetas del mundo que realzaban su belleza  como la firmeza de su actuación magnífica.
El cine es enseñanza pura, va enraizado con la experiencia misma de la vida.
Recordarla en tantas magníficas películas como por ejemplo: “A place in the sun” junto a quien fuera su amor imposible, su adorado Montgomery Clift, o en “Raintree County”, “Suddenly, last summer”, todas con Clift. Como así también “Cleopatra” con su tormentoso y gran amor de su vida con quien se casó dos veces, el extraordinario actor inglés Richard Burtton, con quien realizara “Quien la teme a Virginia….”  Filmó más de 50 películas, todas con la impronta de su actuación extraordinaria.
Junto a ella se van los dorados tiempos en donde lo mejor y fuerte de la vida se reflejaban en el cine con guiones que hacían reflexionar y sacar provecho de lo esencial de la existencia.
Elizabeth!!!  Gracias por todo lo que entregaste a tu arte.  
Marzo 2011.

21 nov 2012

Desvarío nocturno

Escrito: 17/04/2012 - 01:23hs

En el dedo anular izquierdo de una mujer no hay mejor adorno que una alianza.
Qué diría mi querida Castor o Simone de Beauvoir acerca de esa frase tan categórica, conservadora y puritana. Ella, que vivió por y para defender la libertad absoluta de la mujer, y para quien, el compromiso que representaba la unión entre dos que se aman, radicaba en absoluta libertad de acción y sobretodo contarse lo mas ínfimo como lo más absoluto. Estaría en total disconformidad conmigo. Pero, disiento, disiento contigo mi querida Castor porque presiento que tú, también buscabas la contención que sólo da el hecho que un hombre te ame solamente a ti.
Todas las mujeres nos parecemos en ese caos que significa "liarse". Cuanto amor desparramabas en tus entelequias filosóficas, en cada una de las páginas de tu obra indiscutible.
Cuánto amor por ese ser admirado por su lucidez intelectual y el desborde de su ideología  como así también y con la misma fuerza arrolladora e incontenible, su egoísmo reprochable hacia ti.
Te amaba a su manera, primero estaba él y sus conquistas amorosas, que elogiaban su ego y que sólo sentían por él, la admiración que despertaba el gran filosofo no sólo de Francia sino del mundo.
Y tú, la gran amiga, amante, compañera de todas las horas, le permitías sus desvanes.
Oh, querida, mi muy querida Castor: cuanto sufrimiento, cuanta resignación que disimulabas a través de tu elegancia clásica de mujer libre pensadora y tu glacial distancia que imponías.
Tu ductilidad de comprensión abarcó tu vida y la de él.
El fuego de tu espíritu desbastaba lo cotidiano y sus cenizas rodeaban los leños de los días.
Estuvimos en continentes diferentes y en épocas diversas, pero aprendí a conocerte a través de tu obra.
Creo que habríamos coincidido con la frase del principio, después por supuesto, de discusiones interminables, pero siempre con la luminosidad de tu pensamiento que deja una huella imborrable a pesar del tiempo.
Mi pequeño homenaje a ti, mi querida Castor, mi admirada Simone!


Notas sobre cine argentino para la revista de habla hispana "La Esquina News", Nueva York